Puede suceder que, tras retirar cierto material de las tiendas online, sigamos recibiendo durante mucho tiempo sumas muy pequeñas correspondientes a ese material. Esos ingresos tardíos se pueden generar cuando un cliente compró un tema o varios en el pasado y los guardó en un servicio de Cloud Locker (por ejemplo, iTunes Match).
En un Cloud Locker, los archivos de música locales de un usuario se cargan en la nube. Desde allí, pueden retransmitirse por streaming a otros dispositivos, como teléfonos móviles o tablets, o volver a subirse a la computadora. En la mayoría de los casos, la biblioteca local de música está sincronizada con una tienda de música online (iTunes, Amazon, etc.), para no tener que subir todos los archivos locales del dispositivo en cuestión. Por cada descarga y cada reproducción por streaming desde la nube, recibes un abono (como por otros casos de streaming, aunque la cantidad es mucho menor que en las reproducciones por streaming normales).
Aunque retires tu música en algún momento, los usuarios conservarán tus temas en la nube. Es como en el caso de un libro que deja de editarse, pero cuyos compradores conservan sus ejemplares.
Cada vez que el usuario reproduce tu música en la nube (después de comprarla), la tienda online registra esa reproducción y te abona una pequeña cantidad.
Otra muestra de las reproducciones de Cloud Locker se produce cuando no ofreces servicios de streaming pero, aun así, encuentras ingresos por streaming en tus tendencias.